12.11.08

Relaciones internacionales latinoamericanas antes de la independencia

El continente americano fue poblado por grupos humanos provenientes de Seberia, el tronco principal de los indígenas de América proviene de Asia Oriental. Los núcleos sociales originales fueron siempre la familia y el clan desde estos primeros inicios podemos ver la importancia familiar en Latinoamérica.

En dos zonas de América, la subregión Mesoamericana (México y Centroamérica) y andina se desarrollaron civilizaciones urbanas avanzadas, con estructuras sociales y políticas complejas. Por un lado, la subregión andina, permitió las posibilidades de intercambio comercial y cultural entre los pueblos. Por el otro lado la subregión mesoamericana supero con el desarrollo de las matemáticas, filosofía, religión y expresiones artísticas.

La implementación de la presencia española y burguesa en América formó parte de un vasto proceso histórico europeo, la economía monetaria comenzó a desplazar a la economía natural, esto estimulo la creación de bancos y acumulación del capital.

Por otra parte, las dos potencias ibéricas colonizadoras tuvieron que defenderse de las persistentes incursiones y penetraciones de las nuevas potencias expansionistas como Francia, Holanda e Inglaterra. Comercialmente, España y Portugal sirvieron de intermediarios entre sus colonias, regidas en forma monopolista y mercantilistas. La clase burguesa ascendió bastante tanto así, que impulsó la expansión de Europa mediante viajes de exploración y de conquista colonial.

Durante el siglo XVI al XVIII, se desarrollaron procesos significativos para América Latina, tanto en su condición interna como las relaciones externas ya que se construyo una sociedad vertical que hasta la fecha lleva un patrón social marcado que son obstáculos que no permiten desarrollarnos en comparación a otras sociedades.

Un nuevo actor externo: formación, independencia y consolidación de Estados Unidos.



La colonización francesa de Canadá se inicio en 1534 con la expedición de Jacques Cartier, quien penetro el territorio por le río san Lorenzo.

Desde el comienzo de la colonización británica en América del norte, Inglaterra y Francia se vieron envueltos en una serie de conflictos, tanto en ese continente como en el resto del mundo.

Norteamérica fue conquistada y colonizada por franceses, holandeses e ingleses. Tanto la independencia de Estados Unidos como la de los países latinoamericanos se debió a que las respectivas metrópolis dominantes vulneraban los derechos y las aspiraciones económicos de los colonos.

En América Latina, los efectos económicos del colonialismo eran aun mayores y más negativos: la política mercantilista y monopolista de las metrópolis impediría el desarrollo de manufacturas nacionales y obligaba a los productores de renglones agrícolas y mineras.

En el plano político, en ambos casos las fuerzas sociales dinámicas de las colonias se sentían descontentos por la falta de participación relativa o absoluta, en las decisiones que afectan su vida y la de su país.

En resumen, hubo motivos generales similares pero bajo condiciones distintas. En un caso, una sociedad burguesa y liberal en rebelión contra un opresión colonial relativamente suave. En el otro, el levantamiento de una sociedad mucho más sometida, por aristócratas.

La transición independentista (1790-1828)


Las transiciones independistas empezaron en Haití con movimientos revolucionarios en 1970, aunque no proclamaron de inmediato la libertad de los esclavos, se les ortogó la igualdad y política a los mulatos y negros.

Por otro lado, en las colonias españolas la rebelión se fue gestando desde comienzos del siglo XIX por motivos de explotación económica colonial, discriminación política y opresión social.

Latinoamérica, para esa época tenía ideas nuevas, fue un periodo crucial para todos los países que empezaban a levantarse en contra de las colonias españolas. A partir de 1810 empieza estos movimientos en países como México, Venezuela, Argentina etc, y empiezan a surgir héroes y mártires de independencia en Latinoamérica. En América Central, se dio paso a la independencia en 1821.

En Brasil, la transición a la independencia se realizó por una vía distinta a la que siguieron los otros países colonizados por España, y se proclamo en 1822 una independencia sin violencia y bajo dirección monárquica.

Por otro lado, las luchas por la independencia latinoamericanas provoco inevitable problemas y diferencias entre los diversos países que estaban surgiendo a la vida soberana, pues esto suscitó algunos problemas entre Brasil y Argentina por Uruguay y los de México con Centroamérica.

Por su parte, Estados Unidos y Gran Bretaña coincidieron en defender a Latinoamérica contra el proyecto de reconquista de las potencias de la Santa Alianza, por esta razón Estados Unidos proclama la Doctrina Monroe
La cual consistía en asumir el rol de protector de los nuevas republicas ascendentes.

Sin embargo, esta doctrina no fue bien vista por personalidades críticas en Latinoamérica y sobre todo por Simón Bolívar quien enseguida se dio cuenta del contenido potencialmente imperialista y hegemónico la cual serviría de base para futuras intervenciones norteamericanas en asuntos internos de los pueblos latinoamericanos.

Para Bolívar, Norteamérica constituía una amenaza potencial para los pueblos latinoamericanos más que un amigo y un aliado. Por esta razón, convocó un congreso para los países hispanoamericanos en 1823 para realizar una alianza de una “Verdadera sociedad de naciones hermanas”

Consolidación de naciones y hegemonía comercial inglesa (1828 -1852).


Durante esta época, Inglaterra asume directamente por los mecanismos de libre comercio internacional, la hegemonía económica sobre Latinoamérica. Esto produjo una nueva dependencia de tipo semicolonial y tuvo un efecto negativo sobre la industrialización latinoamericana.

Algunos países como Brasil, se mostraron inclinados a abrir sus mercados. México por su parte, fue victima del expansionismo de Estados Unidos mientras la sociedad mexicana estuvo estancada y dominada por una oligarquía terrateniente semifuedal, la nación norteamericana vivió un dinámico crecimiento en todos los sentidos.

Así mismo, Cuba, fue objeto de codicia expansionista norteamericana e inglesa, conservando Estados Unidos una clara ventaja al respecto.

Por su parte Perú y Bolivia, reunieron temporalmente en una confederación esto provocó la intervención militar de Chile y Argentina en contra de los países confederados.

En resumen, durante esta época Latinoamérica se dividió definitivamente en estados separados, a las vez Inglaterra implanto su hegemonía semicolonial sobre el subcontinente.

Conflictos americanos y penetración del capital extranjero (1853 -1883)



Esta época se caracterizó por el surgimiento de grandes conflictos entre países americanos. Primero la Guerra en Estados Unidos, sobre el resto del hemisferio, segundo por las tres intervenciones europeas, en México, Santo Domingo y Perú.

La incapacidad en que se encontraba Estados Unidos durante la Guerra de la Secesión para aplicar la Doctrina Monroe, alentó a algunos países europeos a emprender, con ánimo recolonizador intervenciones en el nuevo mundo. Durante este mismo período, Sudamérica fue el teatro de conflictos en los cuales participó indirectamente el preimperialismo financiero Europeo.

En esta época, se desarrolló también la Guerra de la Triple Alianza, Argentina, Brasil y Uruguay, coaligados arremetieron contra el Paraguay nacionalista, y después de someterlo a una tremenda masacre, lo obligaron a abrir sus puertas a los intereses comerciales y financieros.

Así mismo, la república de Chile apoyada por los intereses ingleses, desarrolló la segunda Guerra del Pacifico y derrotó a Bolivia y Perú, países cuyas burguesías nacionales habían adoptado posiciones de rechazo a la irrestricta penetración del capital Europeo.

Esta Guerra fortaleció extraordinariamente a Chile en lo económico y en lo político, engrandeciendo territorialmente al país y convirtiéndolo en la primera potencia del pacifico Sudamericano. De igual forma, beneficio al capitalismo Ingles, que había apostado sobre la victoria chilena. Por su parte, Perú quedó seriamente golpeado y traumatizado por la derrota, pero fue Bolivia el país que más sufrió, tanto en lo territorial como en lo económico y político quedando aislado en el interior del continente.

Auge del imperialismo norteamericano y resistencias en América Latina (1883-1933)



A manera global entre 1920 – 1932, Estados unidos mantuvo su hegemonía sobre América Latina, continuando una política de intervención. En México, donde la oligarquía semifeudal fue desplazada radicalmente por una clase media respaldada por obreros y campesinos. En los países latinoamericanos se conservaron sus estructuras sociales caracterizadas por la concentración de la riqueza.

Sin embargo, la dominación de las potencias extranjeras sobre los pueblos de América Latina atravesó por diversas etapas, desde de los descubrimientos hasta la época de Guerras de independencia, el dominio Europeo sobre Latinoamérica tenía un carácter colonialista completo y clásico, basado en relaciones económicas mercantilistas. Para América Latina, luego de alcanzada su independencia política formal, se inició una segunda etapa de dependencia: la etapa del semicolonialismo o preimperialismo liberal.

También, los métodos de dominación, norteamericanos tuvieron un carácter militar muy fuerte desde el comienzo del siglo hasta 1917. Además, aparte de la Revolución Mexicana, surgieron otras diversas reacciones y rebeliones latinoamericanas en contra de la dependencia semicolonial existente. Por el momento, esos movimientos permanecieron en una etapa defensiva y a veces solo incipiente.

La época de la “política del buen vecino”


La etapa de la “política del buen vecino” se caracterizó por una considerable liberalización de la hegemonía norteamericana sobre América Latina. Esta actividad consistió en una actitud de mayor respeto a la soberanía de los países latinoamericanos y en un intento de desvincular un tanto las iniciativas diplomáticas estadounidenses de los intereses de los inversionistas.

La diplomacia gringa en la década de 1940 buscaba en América Latina la creación de un sistema de seguridad nacional bajo su hegemonía (con mayor poder sobre todos) y bajo el dominio del capital económico gringo. La propuesta norteamericana era mantener el orden y la seguridad, para evitar invasiones extracontinentales como Alemania, Italia, Rusia ect…). Sin embargo, dicha propuesta no fue vista con buenos ojos por los demás países.

Además, una de las propuestas sobre la que insistió Latinoamérica fue el principio de la no intervención como uno de los pilares del orden interamericano, pero Estados Unidos justificaba la intervención como un derecho absoluto.

Por otra parte, la segunda guerra mundial tuvo un efecto estimulante económico y social en los países latinoamericanos, fundamentalmente a partir de la entrada de Estados Unidos al conflicto, esto contribuyo a echar las bases para futuros cambios estructurales o intentos para realizar diferentes cambios.

Guerra fría y defensa de statu quo


En este periodo Estados Unidos resultó ser el mayor beneficiado al concluir la 2ºda Guerra Mundial. Subió al primer puesto entre los imperios del mundo: Alemania derrotada, se debilitó la alianza de la democracia capitalista y el socialismo Marxista- Leninista, a pesar de haber luchado contra un enemigo común ( la Alemania Nazi), y haber creado la organización de Naciones Unidas (ONU).

En 1946, ya se hablaba de la Guerra Fría que se caracterizó por la división bipolar del mundo, es decir, la instauración del socialismo en Europa Oriental, parte de Asia y el fortalecimiento y expansión del capitalismo en Occidente. En ese contexto, Estados Unidos buscaba incluir a América Latina en su sistema estratégico para luchar contra el denominado “comunismo internacional” el cual era promovido por la extinta Unión soviética.

También durante este período, Estados Unidos inicia a presionar para ejercer su hegemonía sobre el continente y da su apoyo a dictaduras de derecha para frenar y acabar con el surgimiento de movimientos latinoamericanos de liberación nacional y social. Trato de valerse de la OEA y el tratado interamericano de asistencia recíproca (TIAR), para impulsar su política represiva a América Latina y seguir interviniendo militarmente bajo el argumento de un ataque directo un país Americano. Durante este período, existió una fuerte represión y derrocamientos a movimientos sociales en toda América Latina pues en esta época se manifestaron los primeros síntomas de cambios liberadores.

La polarización Cuba- OEA (1958-1967)


Mientras la guerra fría alentaba la formación de superestructuras políticas opresivas y conformistas en América Latina, Existía un fermento rebelde en la infraestructura socioeconómica. En cuba, Crece el descontento de los sectores populares como los empresarios nacionales por las injustas relaciones comerciales que cada vez más los ponían en desventaja frente a las empresas transnacionales norteamericanas.

Mientras América Latina, les suministraba a Estados Unidos productos básicos baratos, Estados Unidos estaba dando a precios caros todos los productos manufacturados por ellos. Eso significó un modelo de explotación hacia Latinoamérica. Toda esta situación hizo que en América Latina las masas de obreros y campesinos se integraran a movimientos nacionalistas o de rebelión social, permitiendo el constante y acelerado costo de la vida.

Desde 1956 comenzaron a caer dictadores derechistas. En Venezuela, surgió, a raíz del derrocamiento de Pérez Jiménez, un interesante modelo de desarrollo democrático reformista en el marco del capitalismo, mientras en Cuba el proceso liberador se radicalizó hasta chocar frontalmente con la potencia Norteamericana.

Por su parte, Norteamérica, durante los años de Kennedy, trató de combatir la influencia de la Revolución cubana mediante iniciativas reformistas y una alianza con regímenes democráticos tales como el venezolano. México, por su parte se destacó como un país que procuró mostrarse autónomo y casi neutral frente al conflicto existente.

De los años sesenta a los ochenta (1968 -1980)


En el años de 1968, la situación política mundial tendió a evolucionar hacia la distensión y hacia un creciente multipolaridad. Las circunstancias económicas, sociales y políticas provocaron que Estados Unidos perdiera su posición de primera potencia y al mismo tiempo la Unión Soviética tuvo dificultades internas y en su esfera de influencia.

El capitalismo comenzó a entrar en una etapa de crisis económica a partir del año 1968. En esta época, Norteamérica admite, en el plano político, que su poder tiene límites y que por primera vez en su historia había perdido una Guerra.

En 1970, se da la III Conferencia de países No Alineados en Lusaka, y se crea un organismo informal para el dialogo económico Norte- Sur a nivel hemisférico. También, se profundizan los procesos revolucionarios en Perú y Bolivia. Entre los años 1974 y 1977 los gobiernos de Venezuela y México, cada uno por su lado, tomaron iniciativas para identificar a América Latina en mayor grado como Tercer Mundo.

Por otro lado, la elección de Jimmy Carter para la presidencia de Estados Unidos en 1976 tuvo un efecto considerable sobre la evolución política de América Latina. Desde su ascenso en 1977 hasta su salida del poder 198, Carter no dejó de manifestar su oposición a dictadores derechistas en Latinoamérica y expresó su rechazo moral a los dictaduras del cono Sur y ejerció presiones económicas, y de suspensión de la ayuda militar para que estos bajaran la fuerza que tenían.

En resumen, en este periodo comprendido entre (1968-1980), se desarrollo en América Latina un constante cambio en contra de la represión y así promovieron la igualdad de condiciones para todos los Latinos.

El fin del siglo, Latinoamérica en un mundo en transformación

A partir de 1980 hubó un cambio global, luego de un período de creciente desequilibrio económico, de crisis del poder de Estados Unidos y de transitorio fortalecimiento de los países e desarrollo.

Estados unidos se vio obligado a renunciar al papel hegemónico que habría desempeñado en el ámbito monetario. América del sur, por su parte fortaleció su posición frente al norte industrializado.

En resumen, América Latina tiene posibilidades de constituir un ente autónomo dentro del sistema internacional, pero igualmente es posible que caiga en condiciones de dependencia. Hay factores positivos de cohesión y de autonomía que la región Latinoamericana ha desarrollado desde 1945 en adelante incluyendo un estimable desarrollo industrial, tecnológico y cultural.